miércoles, 28 de marzo de 2007

Sadam Husein: La muerte de la Tiranía y la justicia

Cuestionado y amado, este líder que se hizo fuerte en un país difícil y profundamente dividido por las etnias, fue condenado a muerte por crímenes de lesa humanidad cometidos contra chiítas y kurdos. El perfil de un hombre que reinó sin límites.



Sadam Husein, que ostentó durante 24 años el máximo poder en Irak y que acaba de ser ajusticiado, nació en Al Awja, una aldea dependiente de Tikrit, ciudad musulmana suní situada a 150 kilómetros de Bagdad, el 28 de abril de 1937, en el mismo lugar que el legendario Saladino, Quiens e destacara en la Tercera cruzada logrando un acuerdo de paz entre cristianos y musulmanes, único hasta ahora en la historia de la región.
Sadam era descendiente de una familia de campesinos, a la muerte de su padre fue educado por su tío, Khairallah Tolfah, que luego sería gobernador de Bagdad. Quien gobernara con mano de hierro los destinos de lo que fuera la cuna de la humanidad y el inicio del primer pueblo con escritura propia, no supo leer ni escribir hasta los 10 años.

Irak, pasado y presente de un pueblo belicoso
Irak fue parte del Imperio Otomano hasta principios del siglo XX. En 1920, a través del Tratado de Sevrés, se transforma en una Monarquía Árabe controlada por el Reino Unido. La dinastía Hachemita, emparentada con al de Jordania, defendió en la zona los intereses estadounidenses y británicos.
La década del 1950 trajo a la zona el renacimiento del nacionalismo árabe. Como consecuencia de esto, el Rey Faisal II fue destituido y linchado por al multitud, por su apoyo a regímenes extranjeros. Así pasa el poder al Gral. Abdul Karim Kassem, hasta que, luego de un atentado el 7 de octubre de 1959 (del que participa Sadam Husein) lo lleva a una declinación de su poder hasta ser destituido, en 1963 por Abdul Salam Aref, de Partido Baaz.
En 1956, a los 19 años, Sadam Husein se adhirió al partido Baaz. Acusado de complot por el caso Kassem, fue condenado a muerte en rebeldía en febrero de 1960, tras lograr escapar, vestido de mujer y a través de Siria, a Egipto, donde las autoridades le concedieron asilo político.
Una vez en El Cairo, concluyó sus estudios secundarios y fue admitido en la Escuela de Derecho -acabaría sus estudios de abogacía años después, en 1968-, donde se relacionó con jóvenes miembros del Partido Baaz egipcio, de inspiración izquierdista y panárabe.
Regreso triunfal a Irak y derrota
En febrero de 1963 los baazistas se alzaron con el poder y Sadam regresó a Irak, asumiendo el mando de la organización militar del partido. Aunque el Baaz fue momentáneamente derrocado y Sadam enviado a prisión, protagonizó otro golpe en 1968, y esta vez se hizo con el poder.
En noviembre de 1969 Sadam fue nombrado vicepresidente del Consejo del Mando Supremo de la Revolución, convirtiéndose así en el "número dos" del régimen, tras el presidente, el general El Bakr.
El nuevo régimen, como parte del concepto panárabe, pronto se aproximó a la Unión Soviética, y en 1972 firmó un Tratado de Amistad y Cooperación entre los dos países, a la vez que se lograron acuerdos con Alemania Federal, Japón y Estados Unidos.
El 16 de julio de 1979, y por la constante presión de Husein, el presidente El-Bakr dimitió por motivos de salud. Husein asumió entonces los títulos de Jefe de Estado, presidente del Consejo del Comando Revolucionario, primer ministro, comandante de las fuerzas armadas y secretario general del partido Baas.
Entre 1980 y 1988 protagonizó una guerra con su vecino Irán, apoyado pro los EE.UU. con armas e inteligencia, al ver en la persona de Sadam Husein el líder que limitaría el poder de la Revolución Islámica Iraní que había derrotado al Sha Reza Pavlevi, amigo incondicional de los estadounidenses. El tiempo les demostraría que fue un error. Mientras Husein realizaba una masacre de 146 chiítas en el sur del País (por lo que fue recientemente condenado a muerte), y en 1988 enviaría a la muerte, a través del uso de armas químicas a 192.000 Kurdos en el norte de Irak.
Luego de la Guerra ocasionada por la Invasión iraquí a Kuwait, Sadam Husein, estuvo en al mira de los organismos internacionales y principalmente de los EE.UU.
El 20 de marzo de 2003, la coalición británico-estadounidense inició la intervención militar sobre Irak con un bombardeo inicial sobre Bagdad.
El paradero de Sadam Husein se convirtió entonces en una incógnita.
El 13 de diciembre de 2003, Sadam Husein fue capturado en una granja de la ciudad de Ad Duar, a unos 15 o 30 kilómetros de Tikrit, su ciudad natal. Según la coalición militar, fue un miembro de una familia cercana a Sadam quien lo delató.
Las tropas hallaron al dirigente iraquí escondido en un subterráneo camuflado con tierra y ladrillos, de entre 1,80 y 2,40 metros de profundidad y dotado con un conducto de ventilación. Sadam, que no opuso resistencia alguna, apareció sucio y desorientado cuando fue capturado. Posteriormente fue sometido a un exhaustivo reconocimiento médico y a una prueba de ADN, que confirmó su identidad. Quince días después, el 1 de enero de 2004, el Pentágono le reconoció como "prisionero de guerra", y el 30 de junio traspasó su custodia judicial al nuevo Gobierno provisional iraquí.
Durante 24 meses, Sadam permaneció bajo custodia de las fuerzas estadounidenses, a la espera de ser juzgado por un Tribunal Especial iraquí, auspiciado por Estados Unidos, que el 19 de octubre de 2005 inició el proceso contra el ex dictador, por el que ha sido finalmente ajusticiado el "Día del Sacrificio" de los Musulmanes, festividad en la que se acostumbra matar un animal.
Crímenes de Lesa Humanidad
Cuando fueron realizados los Juicios de Nuremberg, que llevaron a la muerte a gran cantidad de los principales líderes nazis, casi no existí legislación sobre lo que hoy consideramos Crímenes de Lesa Humanidad. Para ello se basaron de dos instrumentos:
1) El Acuerdo de Londres (8/845) firmado por EE.UU., Gran Bretaña, Francia, U.R.S.S. que preveía un tribunal Internacional Militar constituido por un juez y un sustituto por cada uno de los Estados firmantes, contemplando el juicio por 3 tipos de crímenes: contra la paz (planificación, inicio y desarrollo de la guerra), de guerra (violaciones a las leyes de Viena) y Lesa Humanidad (exterminio, atrocidades a población civil). Dentro de este concepto se acusó a 24 personas, entre ellos a Goering, Hess, Von Ribbentrop entre otros, y 7 agencias, entre ellas las SS, GESTAPO, SA, SD (policía de seguridad) y el alto mando de las Fuerzas Armadas.
2) La llamada Ley Nro. 10, firmada por el Consejo Aliado en Berlín el 20 de diciembre de 1945, que contemplaba los crímenes cometidos solamente dentro de Alemania. Allí hubo 185 acusados, entre ellos médicos que realizaron experimentos en campos de concentración, los que dirigieron esos campos y los que armaron la propaganda.
Según la Organización Amnistía Internacional se considera hoy crímenes de Lesa humanidad los siguientes crímenes cuando se realizan en forma "sistemática", contra "población civil" y por un "estado u organización":
-Exterminio
-Asesinato
-Deportación o traslado forzoso de población
-Encarcelamiento u otra privación grave de la libertad física en violación de normas fundamentales del Derecho Internacional
-Tortura
-Violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado, esterilización forzada u otros abusos sexuales.
-Persecución a un grupo o colectividad con identidad propia por motivos raciales, políticos, nacionales, étnicos, culturales, religiosos, etc.
-Desaparición forzada de personas
-Apartheid
En base a este recurso legal Sadam Husein ordenó la casi totalidad de estos abusos. Pero estos fueron hechos dentro de un marco de apoyo estadounidense que no debemos olvidar. Apoyo que solo le fue quitado (y solo en parte) el 2 de agosto de 1990 cuando Husein invade Kuwait. Y fue en parte ya que, a pesar de haber ganado la guerra, EE.UU. no lo derroca, sino que sigue confiando en Él para limitar el poder iraní.
Las Naciones Unidas fueron otro gran ausente mientras los crímenes de Husein se cometían, lo que debería llevar a una poderos autocrítica del Organismo.
Pero es en el juicio que llevó a la posterior ejecución de Sadam Husein en donde los intereses políticos reinarían. Plagado de irregularidades y de apuros absurdos, ese juicio fue profundamente criticado por los Organismos Jurídicos mundiales, cuando sobraban las pruebas para que Sadam Husein sea condenado a través de un juicio justo.
En el juicio a Sadam Husein, no solo se condenó a la "Tiranía", sino también a la verdadera "justicia".
La apurada muerte de Sadam Husein dejo además impune el asesinato de 192.000 Kurdos en 1988, pues el caso nunca pudo llegar a juicio.
Hoy uno de los dos mayores aliados del pasado (Sadam Husein y Bin Laden) y posteriormente enemigos públicos, ha muerto. Cayó uno de los dos personajes que más conocía de la historia negra de la política internacional estadounidense, mientras esperan por el siguiente.
Es hora de preguntarse: ¿se está haciendo justicia, o se está matando a los testigos?. La historia dará su veredicto.

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